La biología en las artes plásticas
Subíamos bajo la lluvia por el paseo de entrada del palacio de Miramar. A nuestra derecha se alineaban grandes esculturas de Eduardo Chillida y a nuestra izquierda se extendía el hermoso panorama de la playa de la Concha. De pronto dejó de llover y vimos sorprendidos cómo, del interior de una de las esculturas, surgía el propio Eduardo, que había estado resguardado en ella.