José María Guelbenzu Página 5
La novela corta Cómo me hice monja es una presencia insólita en nuestro idioma, insólita e incómoda, a la que prestarán atención los lectores justos, ni uno más. Su incomodidad deriva sobre todo de la obligación de leer de otro modo al de la costumbre; lo insólito se manifiesta en su obstinación por no acercarse a nada que tenga que ver con la escritura previsible. Parece razonable su extrañeza cuando la lectura y la escritura, hoy por hoy, se han convertido mayoritariamente en costumbrismo. ¿Puede un pronombre personal subvertir nuestra percepción de la realidad a través de la lectura? Este es el caso de la novela que comentamos. Un yo que es indistintamente masculino y femenino (pero no andrógino, no
Dos palabras, «basura» y «salvaje», adjetivan desde hace un tiempo toda una gama de productos relacionados con el arte. La invención más reciente en el mundo del cine es la llamada «comedia salvaje». Very bad things pertenece al género. Es una película tan descoyuntada como interesante y un buen motivo de reflexión. En principio, cabe atribuir a su director dos elementos muy positivos para el film. El primero, la concepción de una estructura que trata en paralelo las disparatadas desgracias que se abaten sobre un grupo de cinco mediocres dispuestos a celebrar una despedida de soltero y las minúsculas desgracias que se abaten sobre la novia que, mientras tanto, se ha quedado preparando la boda. El contraste entre lo monstruoso
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