Queridos lectores, suspendemos las publicaciones, como en años anteriores, hasta el 10 de Enero. ¡Feliz Navidad!

Fernando Aramburu en el fiordo: el Gulag vasco y el 11-M

El totalitarismo se asocia a las dictaduras de Hitler, Mussolini o Stalin, pero, en España, ETA ha sido un poder fáctico, que ha impuesto la dictadura del terror mediante sus atentados y las diferentes siglas que han defendido sus objetivos por la vía política, aprovechándose del Estado de Derecho para destruirlo o debilitarlo desde dentro. 

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Margarete Buber-Neumann o la embriaguez de vivir del gulag al lager

Margarete Buber-Neumann nació en 1901 en Thierstein, un pueblo de Baviera. De joven militó en las Juventudes Socialistas, pero después de la Guerra del 14 y el frustrado levantamiento espartaquista, se afilió al Partido Comunista de Alemania (KPD). Se casó con Rafael Buber, hijo del filósofo judío Martin Buber. 

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Y Berlín dejó de ser una fiesta

El nazismo no fue un mal sueño, sino un feroz ataque contra las libertades individuales y la convivencia democrática. Su exaltación de la Sangre y el Suelo fue un ideal regresivo, que pretendió destruir las sociedades abiertas, plurales, desenfadas y creativas. El Berlín de la República de Weimar no era perfecto, pero no se inmiscuía en la vida privada, respetaba las libertades y se mostraba tolerante con las flaquezas humanas. 

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Emmanuel Lévinas: «Ser uno para el otro»

Emmanuel Lévinas nació en Kaunas (Lituania) el 12 de enero de 1906. Fue el mayor de tres hermanos de una familia judía de clase media. En 1920, su padre abre una biblioteca y el joven Emmanuel se familiariza con los clásicos rusos (particularmente, Gógol, Tolstói, Dostoievski, Lérmontov).

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La seducción totalitaria

No puedo imaginar lo que representa vivir confinado, afrontando cada día la posibilidad de morir por cualquier nimiedad. No logro concebir el temor, la inseguridad, la indefensión del que ha sido deportado a un campo de concentración por atreverse a desafiar a un Estado totalitario, pertenecer a una minoría racial o haber deslizado una frase imprudente en un lugar público.

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El perdón ante los genocidios

Los que nos hemos educado en la moral católica conservamos la idea del perdón, con independencia de nuestros conflictos personales entre fe y razón. Yo soy un católico escéptico, lo cual significa que suscribo la mayoría de las enseñanzas evangélicas, pero contemplo con incredulidad la existencia de un Dios sobrenatural. 

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Viaje a Siracusa

Son pocos los que no han viajado alguna vez a Siracusa, metonimia de la sociedad perfecta que soñaron Platón y otros pensadores totalitarios. Ese viaje casi siempre desemboca en el desencanto, pues la razón y la sensibilidad trabajan conjuntamente para mostrar la verdadera naturaleza de los hechos y las ideas. Después del desengaño, los libros me indicaron el camino de regreso a casa, particularmente el Quijote

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Leni Riefenstahl: bonita como una cruz gamada

Al finalizar sus memorias, Traudl Junge, secretaria personal de Hitler desde finales de 1942, intenta justificar su papel, alegando que en esa época apenas sobrepasaba los veinte años. Junge asegura que nunca había oído hablar de la «Solución Final» cuando Hitler le dictó poco antes de quitarse la vida su testamento político, donde manifestaba que su lucha contra «el judaísmo internacional» era la parte más valiosa de su legado. Cierto o no, los pretextos morales se agotaron cuando, ya anciana y enferma de Parkinson, pasó una vez más frente a la placa que, en la Franz-Joseph-Strasse, recordaba a Sophie Scholl. No era un lugar desconocido. Había recorrido muchas veces esa calle, pero sólo entonces reparó en que Sophie Scholl era

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La epifanía del rostro

Christopher Hitchens (1949), politólogo, filósofo y periodista inglés, no ha pretendido escribir un tratado teológico, sino un panfleto iracundo y provocador, que justifica un título desafiante. Dios no es bueno ni misericordioso. No es el padre de la humanidad, sino la causa de innumerables guerras y calamidades. No es el opio del pueblo, sino el veneno que intoxica las mentes y divide a los hombres. En realidad, ni siquiera existe, pero su presencia en casi todas las culturas estrangula el pensamiento y conspira contra las libertades democráticas. Al igual que Ortega definía el estilo de Baroja como una ráfaga de imprecaciones, Hitchens cultiva el improperio con notables dosis de ingenio. Sin embargo, la vehemencia no es la mejor compañera de

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