Midnight in Paris
Woody Allen siempre hace la misma película. Pero cuando la vemos en pantalla, siempre es diferente.
Juan Pedro Aparicio
Woody Allen siempre hace la misma película. Pero cuando la vemos en pantalla, siempre es diferente.
El escritor pone de manifiesto la densidad literaria de la versión cinematográfica de los hermanos Coen de la novela Valor de Ley frente al western rodado por Hathaway en 1969.
Una aproximación al «meollo erótico de la relación de pareja» en el remake norteamericano de Nathalie X.
Christopher Nolan, el director de Origen, tiene cuarenta años. Hijo de padre inglés y de madre…
Roman Polanski lleva haciendo películas desde 1955. Son ya, pues, muchos años de carrera durante los que ha logrado algunas obras espléndidas. Nacido en París, de ascendencia judío-polaca, ha trabajado en las cinematografías de distintos países en feliz maridaje y aun siendo sus producciones marcadamente polacas, francesas, inglesas o norteamericanas, ha sabido dotarlas de un sello muy personal. Su paso por Estados Unidos supone un verdadero punto de inflexión, desgraciadamente no sólo en su trayectoria profesional. Allí rueda en 1967 El baile de los vampiros, su primera película en color, una parodia del género de vampiros, por entonces muy popular en Europa, que vivía el esplendor de la productora británica Hammer. La película le vale el reconocimiento internacional y precisamente
Hoy han desaparecido aquellos pintorescos profesionales que en las ferias vendían dos camisas por el precio de una, calcetines irrompibles, jarabes curalotodo y productos así. En mi infancia y en mi tierra se les llamaba charlatanes, en otros lugares creo que se les conocía por subastadores. Escucharles daba gusto. Su habilidad para el elogio sutilmente burlón, para el chascarrillo que ayudaba al buen fluir del discurso, era proverbial. Su argumentación tenía un culmen similar al desenlace de las mejores películas de intriga: la solución al gran misterio del precio de venta último de sus productos. Porque lo que según ellos valía cien pesetas en la propia fábrica lo dejaban a sólo cinco duros, además y siempre por el mismo precio,
Esta película está basada en una novela, La pregunta de sus ojos, que lamento no haber podido leer a la hora de entregar este comentario. Estoy seguro de que el contraste entre una y otra hubiera resultado de interés. Eduardo Sacheri, que firma también, con el director Juan José Campanella, el guión de la película, es su autor. Nacido en Buenos Aires en 1961, ha conseguido cierto renombre con relatos de ambiente futbolístico. La pregunta de sus ojos es su primera novela, publicada por la editorial argentina Galerna en el año 2005 y reeditada por Alfaguara en 2009. En la sinopsis que me entregaron en la sala de proyección se dice: «Benjamín Espósito acaba de jubilarse de su trabajo en
Es imposible sustraerse a tamaño éxito. El diario El País le dedicó un comentario en página editorial este verano, el primer domingo de agosto. «La trilogía de Stieg Larsson ha vendido ya en España más de tres millones de ejemplares –decía, aunque enseguida matizaba–, según su editorial». Y a continuación se preguntaba…
No sé si le darán muchos Oscars a Clint Eastwood por esta película, y tampoco sé si tales estatuillas atienden más a la comercialidad que al arte, o si logran el equilibrio casi perfecto de atender por igual a las dos cosas, como ese abrazo del hombre y la serpiente de que hablaba Dante, en el que el hombre se hace serpiente y la serpiente hombre. Lo cierto es que me había sido recomendada poco menos que como una obra maestra y fui a verla con toda la inocencia de que soy capaz, pues como espectador sigo siendo un amante del cine, sin preocuparme por tener luego que escribir un artículo sobre la película. ¿Qué voy a decir? La película
«Entré en la sala de proyección y ya casi antes de sentarme en la butaca, apenas empezada esta Gomorra inequívocamente italiana, con esa primera secuencia de unos individuos que trataban de solazarse en un solárium y acaban a pistoletazos en las sienes, me vino a la cabeza Marbella, nuestra Marbella, o dicho más propiamente, la Marbella de Jesús Gil…».
Desde 1996 nuestro propósito es transmitir, a través del comentario bibliográfico, opinión cultural de altura a un público lector, muy formado y con intereses más amplios que los correspondientes a su especialidad.