El sueño de Xi Jinping
Los Ocho Inmortales son dioses menores del taoísmo hechos suyos por la religiosidad popular china; cada uno de ellos (He Xian Gu era la única mujer) volcaba sus dones particulares sobre los humanos. De Zhongli Quan, no en balde el líder del grupo, se dice que convirtió las piedras en monedas de oro y plata para permitir a la humanidad librarse de la pobreza y las hambrunas. El Partido Comunista también cuenta con sus Ocho Inmortales, aunque la pertenencia al grupo es cuestión en disputa. Por ejemplo, al padre de Xi Jinping, el actual presidente, unos lo incluyen entre ellos y otros no. Haya o no consenso sobre sus integrantes, todos eran revolucionarios de la primera hora que colaboraron con Mao en la creación de la nueva China.
Xi Jinping pertenece, pues, a una de las mejores familias del tout Pékin comunista. Nació en 1953 de la pareja formada por Qi Xin, su madre, y Xi Zhongxun, su padre , el tercero de una familia de cuatro hijos y el mayor de los varones. Zhongxun, que ya había conocido la furia de las luchas internas del Partido Comunista en su juventud (en 1935 estuvo en un tris de ser ejecutado en una de ellas), fue purgado por derechista en 1962; degradado, vilipendiado y humillado durante la Revolución Cultural.