La humana no es la única especie agricultora y ganadera
El invento de la molienda y la cocción permitió a nuestra especie reducir la demanda energética de la digestión y dedicar el excedente al funcionamiento de un cerebro grande con el que pensar en mejores formas para explotar nuestro medio. En la entrada inaugural de este blog nos referimos a cómo el invento de la agricultura y la ganadería fue la base de una progresiva liberación de tiempo para aplicar nuestra aumentada capacidad intelectual a otros inventos y creaciones, más allá del mero aprovisionamiento alimentario. Dicho esto, conviene señalar que la especie humana no es la única que en cierto momento de su evolución inventó la explotación metódica de otra, que domesticó y modificó para ponerla a su servicio.