Mi semejante, mi hermano: sobre la hipocresía política del ciudadano ordinario (II)
En la anterior entrega de este blog se habló del igualitarista rico: aquel que dice creer en una igualdad socioeconómica fuerte, entendida como paridad de resultados, pero se limita a cumplir las leyes sin modificar su estilo de vida ni desprenderse de una parte significativa de su fortuna