
Todo sobre el Guernica
Presiden las épocas de la historia de la pintura cuadros de batallas, a decir de los expertos, y ha querido el destino que en Madrid se custodien unos cuantos de esos capolavori de los tiempos: Carlos V en la batalla de Mühlberg, La rendición de Breda, El 2 de mayo de 1808 en Madrid y el Guernica son para los siglos XVI, XVII, XIX y XX intérpretes máximos de la humanidad que en la destrucción se sucede y crea. Bienhallados sean los cuadros inexcusables, aunque encomienden nuestra memoria a lo indeseado. De todos ellos, y de cuantos hitos imprescindibles de la cultura visual tomaron la guerra por asunto eminente, es el Guernica no ya sólo el que mayor actualidad preserva, sino también el cuadro cuya iconografía, liberada de la necesidad de dar prueba de significados preestablecidos y volcada sobre las propiedades expresivas de la imagen por decisión del propio Picasso, ha sugerido lecturas más disímiles. El libro de Gijs Van Hensbergen toma por objeto la abrumadora fortuna crítica del mural picassiano.