Frente al toro de Osborne, La vaquilla de Berlanga
Hay muchos países que tienen en su escudo, su bandera o en sus símbolos nacionales algunas referencias zoológicas. Se supone en estos casos que el animal en cuestión representa al país o, sencillamente, que algunas de las cualidades que se atribuyen al bicho son por alguna razón características de los naturales del mismo. Hay casos muy emblemáticos y que conoce todo el mundo. Uno de los animales más repetidos en las representaciones heráldicas es el águila, cuyo vuelo y fisonomía se asocian a la majestuosidad, la fuerza, el dominio, la libertad y el orgullo. Países como Alemania, Estados Unidos o México la invocan en sus símbolos nacionales. Pero nosotros, los españoles, no necesitamos ir muy lejos para hallar ejemplos de esas figuraciones. Uno de los símbolos más exitosos de iconografía nacional es el que asocia a España con la imagen del toro. Pregúntenle al turista japonés más despistado, al estadounidense de sombrero tejano o a cualquier guiri de sandalias y calcetines, y lo más seguro es que todos ellos coincidan en que no saben nada de España y de los españoles, pero sí que esta es tierra de toros.