1 febrero, 2004
Crear PDF de este artículo. La ciencia y sus cultivadores son frecuentemente tachados de herméticos por un sector del público, real o presuntamente ilustrado, denunciador continuo de la falta de puentes que, si se pusieran a su disposición, permitirían un tránsito más fluido y menos áspero entre «las dos culturas». Esta actitud, en buena medida exculpatoria, sólo pretende disimular la indiferencia endémica por el tema, opción a la que cualquiera tiene perfecto derecho, más que llamar la atención sobre la carencia de medios que faciliten la comprensión de la materia ajena, cuya utilización, todo hay que decirlo, requiere un cierto esfuerzo intelectual. Al contrario, la divulgación científica actual no sólo es abundante sino también, en muchas ocasiones, excelente. Ejemplo sobresaliente,
Crear PDF de este artículo. El que fuera durante largo tiempo catedrático de Filosofía de la Universidad de Columbia (hoy emérito), Arthur C. Danto, no es un personaje corriente en el ecosistema académico porque, además de filosofar sobre el Arte, practica la crítica en el influyente The Nation, lo cual lo convierte en víctima de la ira de ambos gremios. «¿No será su teoría del Arte una justificación de efímeros gustos personales?», se preguntan los filósofos. «¿No será que el oficio filosófico determina su selección artística?», insinúan los críticos. Lo cierto es que son escasísimos los teóricos del Arte que además han ejercido de críticos. El primero bien pudo ser Diderot, y el último Clement Greenberg. Quizás Danto esté más
Crear PDF de este artículo. Hijo de un rabino, Victor Klemperer (1881-1960) consiguió en 1920 la cátedra de filología románica en la Escuela Superior Técnica de Dresde. Su contacto con Karl Vossler influiría de forma determinante en su vocación de romanista. Excombatiente de la Gran Guerra, se casó con la pianista Eva Schlemmer y se convirtió al protestantismo, no sin cierto escepticismo. Se trataba, pues, de un judío asimilado, casado con una gentil y que no experimentaba ninguna simpatía hacia el sionismo. Nada de eso evitará que las leyes raciales de la Alemania nazi le despojen de su cátedra y lo obliguen a trabajar como simple operario de una fábrica. Expulsado de su domicilio, estigmatizado por la estrella amarilla, privado
Crear PDF de este artículo. La diferencia fundamental entre la imagen del artista que nos brinda la Norteamérica del siglo XX frente a la de la Europa de siglos anteriores es que si, en esta última, el desprecio, la pobreza y la incomprensión eran los elementos que conducían al artista hacia el callejón sin salida de su destrucción, en Norteamérica los artistas mueren de éxito. Ambas imágenes resultan más literariamente satisfactorias que literalmente ciertas, pero es indudable que resulta fácil hallar al menos una trilogía de mártires rubios y guapos cuyas muertes avalan esta hipótesis: Scott Fitzgerald en literatura, James Dean en arte dramático y, en pintura, Jackson Pollock. Como ocurre con todas las vidas creadas a medida de la
Crear PDF de este artículo. La publicación de la nueva novela de Bernardo Atxaga, Soinujolearen semea (El hijo del acordeonista), nos sitúa ante una de las obras más importantes escritas y publicadas en lengua vasca en los últimos años. La historia se abre cuando Joseba, un trasunto del autor (cuyo nombre real, como se sabe, no es Bernardo Atxaga, sino Joseba Irazu), viaja al rancho californiano de su amigo David y recibe la copia mecanografiada del libro que éste compuso a lo largo de los últimos años de su vida. Joseba recopila y reelabora el manuscrito, un texto que cuenta la memoria personal de David desde los últimos años cincuenta, pasando por sus estudios de bachillerato (década de los sesenta),
Crear PDF de este artículo. La relectura más bien fortuita de dos novelas españolas publicadas en 1994 (Los disparos del cazador, de Rafael Chirbes, y Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías), ambas muy diferentes entre sí, pero coincidiendo en la utilización de narradores epistemológicamente limitados y, por lo mismo, no plenamente fiables, me ha llevado a seguir someramente el rastro de esa instancia narrativa tan característica de la novela contemporánea. De entrada, no hace falta ser un fanático pirronista para abrigar serias sospechas de que, en propiedad, nunca existió un narrador absolutamente fiable. Nadie dice nunca toda la verdad –suponiendo que tal cosa exista–, tal cual fue, sin añadidos ni omisiones. Ni siquiera el cazador prehistórico
Crear PDF de este artículo. El mejor poema erótico de la lengua española es también el más hermoso. Nos referimos, claro está, al llamado «Cántico» de san Juan de la Cruz que, para gran sorpresa de quien esto escribe, no aparece recogido en la presente antología. Hemos de recordar que el título «Cántico espiritual» no es de san Juan de la Cruz, sino de uno de sus editores, y que ni siquiera si nos decidiéramos a considerar esta poesía como «mística» dejaría por ello de ser erótica, en primer lugar porque la mística no está en absoluto reñida con el Eros, como bien testimonian obras tan diversas como el Banquete de Platón, el Mahanirvana Tantra, los gazales de Hafiz o
Crear PDF de este artículo. La presentación a finales de octubre de 2003 de la propuesta de Estatuto Político de la Comunidad de Euskadi –también conocido como «Plan Ibarretxe»–, seguida del programa de gobierno de los tres partidos representados en el ejecutivo autonómico catalán, han situado en primer plano de actualidad las consecuencias económicas derivadas tanto de la peculiar visión que de las relaciones entre el País Vasco y el resto del España presenta el primero, como de las pretensiones del nuevo gobierno de la Generalitat a aproximarse al «modelo vasco», distanciándose así del régimen común aplicable al resto de las autonomías. Esas pretensiones son comprensibles si se tiene en cuenta que el régimen de concierto económico otorgado al País
Crear PDF de este artículo. Este verano he visto en la Filmoteca de Cantabria una de las primeras películas de Francis Ford Coppola, La conversación. El personal filme, en el que Coppola demuestra un talento y una pericia narrativa fuera de lo común, trata sobre la grabación de una conversación privada en un parque público por parte de unos profesionales contratados por una agencia gubernamental norteamericana, y sobre cómo el autor de la grabación (un estupendo Gene Hackman) se percata poco a poco de que el contenido de las cintas revela la posibilidad de que se cometa un asesinato, algo que ya vivió en el pasado marcando para siempre su existencia. El argumento de esta película me hizo pensar inmediatamente
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