El pasado 8 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmaba con gran aparato propagandístico la retirada de su país de un Plan Conjunto y Detallado de Acción (JCPA por sus siglas en inglés) suscrito el 14 de julio de 2015 en Viena. En lenguaje de la calle se lo conoce como el Acuerdo Nuclear con Irán. Lo habían pactado, de una parte, un ente cabalístico bautizado como E3/EU+3 (el triunvirato europeo –Alemania, Francia y Gran Bretaña– y la representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores o E3/EU, más China, Estados Unidos y la Federación Rusa, el 3 final) y, de la otra, la República Islámica de Irán.
La retirada estadounidense detonó con gran fragor en los medios globales. El País editorializaba al día siguiente: «Clamor mundial contra Trump. El abandono estadounidense del acuerdo con Irán representa una amenaza a la paz».