
Yo es otro
«¿Es El doctor Jekyll y el señor Hyde una obra con altas intenciones filosóficas, o simplemente la más ingeniosa e irresponsable de las ficciones?» La pregunta se la hacía Henry James, amigo y admirador de Robert Louis Stevenson, en un afectuoso perfil literario publicado en 1888, dos años después de que apareciera la novela; y la respuesta, tras un típica acumulación de matices y salvedades, caía del lado de la ficción.