Guerra sin héroes (y III)
Línea de fuego es una obra de ficción. No hace falta enfatizar, porque es sobradamente conocido, que su autor, Arturo Pérez-Reverte, es un novelista, no un historiador, ni siquiera en este caso un cronista fidedigno. Para muchos colegas en las funciones historiográficas esas premisas constituyen por sí solas argumento suficiente para desechar en términos profesionales un análisis de dicha obra: si la historia es -o pretende ser- una ciencia, si el conocimiento del pasado se basa en la investigación y los datos rigurosamente contrastados, no puede tomarse seriamente en consideración una obra que es solo una elucubración imaginativa, sin más fundamento –o mérito, si se prefiere- que la capacidad fabuladora de su autor y su destreza en el uso del lenguaje.