Novelistas y críticos
A lo largo del siglo XX los novelistas en España han tenido que hacer frente a grandes dificultades, desde agitaciones políticas, incluyendo dictaduras, guerra civil, censura y exilio, un público reducido de lectores, una industria editorial habitualmente más interesada en la traducción de best sellers del extranjero que en promocionar el talento nacional y que estaba regida por Madrid y Barcelona, hasta una recepción de los críticos que para cualquiera que lo mirara desde fuera parecía que se trataba más de una cuestión de favoritismo entre amigos que de ofrecer una apreciación seria del valor real de la producción novelística. Esta tendencia se hace evidente tanto en las reseñas diarias o semanales como en la recepción de relatos de ficción