Buscar

Un posible Lennon

Lennon

David Foenkinos

Madrid, Alfaguara, 2014

Trad. de César Aira

200 pp. 17 €

image_pdfCrear PDF de este artículo.

Si usted es fan de los Beatles, tiene que leer esta novela; si no lo es, probablemente también. Porque es una notable construcción literaria que, a través de la elegante traducción del también novelista César Aira, plantea interesantes respuestas al problema de la fabulación biográfica. Siendo la biografía, en este caso, nada menos que la de John Lennon.

David Foenkinos nació en 1974, es decir, cuando los Beatles ya se habían separado. El primer recuerdo fuerte de su vida, según señala en la breve nota introductoria, es el asesinato del protagonista de su ficción. Y su pasión sobrevenida por este lo ha llevado a abordar una tarea de la que era difícil salir airoso: novelar un mito sobrecargado de interferencias culturales. Para ello, Foenkinos ha hecho acaso lo único que podía hacer, que es buscar al hombre por debajo del mito, para así, paradójicamente, apuntalar a este. ¿Por qué? Porque el retrato del hombre se hace en el contexto de una leyenda cuyos trancos –desde la infancia difícil al asesinato, pasando por los conciertos en Hamburgo, la visita a la India y la llegada de Yoko Ono– todos conocemos.

El truco narrativo del que se vale el autor es tan sencillo como eficaz. Se nos presenta a Lennon en sus años de retiro, inmediatamente antes de su asesinato a manos de Mark David Chapman en diciembre de 1980. Lennon vive una apacible vida familiar en Nueva York, junto a Yoko Ono y su hijo Sean. Y el Lennon de Foenkinos visita a un psicoanalista que vive en su mismo edificio, a quien, a lo largo de dieciocho sesiones, cuenta su vida al tiempo que reflexiona sobre ella.

Su complicada historia familiar se sitúa en el centro del relato y atraviesa, como un puñal, la entera biografía de Lennon contada por él mismo, tal como nos la cuenta Foenkinos. Nacido de un padre marinero y una madre que se cansa de esperarlo, el niño vive la separación de sus progenitores y padece la irresponsable vida disipada de su madre, cuya consecuencia última es el traslado del joven John a casa de su severa tía Mimi. Sólo años después, en plena adolescencia, retomará la relación con su madre. Para Foenkinos, esta ausencia, ese rechazo incomprensible para un niño, son la marca decisiva sobre Lennon. Una marca que condiciona también su recepción de la fama, que es, naturalmente, el otro gran tema de la novela. Porque no es una fama cualquiera, sino una fama descomunal, que otorga a sus titulares un poder monstruoso a cambio de arrebatarles toda normalidad: «Ya no éramos hombres, éramos Beatles» (p. 113). Y los Beatles tenían, como aquí se dice, una historia de amor con el mundo.

Foenkinos describe las dificultades que semejante celebridad plantea para la integridad artística del cuarteto, los conflictos subsiguientes entre los miembros del grupo, así como los problemas que encuentra Lennon, durante su carrera en solitario, para que el público entienda lo que quiere decir: ya sea mediante su bed-in pacifista o con sus propias canciones. Lennon se describe a sí mismo, a través de Foenkinos, como una persona marcada por el dolor, un dolor que a veces se transforma en rabia e, incluso, violencia, como pasa en Hamburgo cuando patea violentamente a un hombre inocente, y otras conduce al escapismo en forma de sexo y drogas. Mayormente, sin embargo, ese dolor se transforma en música, una música con un mayor componente autobiográfico que la debida a los demás miembros del grupo. El Lennon de Foenkinos, seguramente a partir del verdadero Lennon, atribuye este giro al ejemplo de Bob Dylan (un Dylan que ha dedicado en su último disco una elegíaca composición a Lennon: Roll on John). Y ese dolor, para Lennon, así Foenkinos, es la diferencia con McCartney, «prueba viviente de que se puede ser feliz y ser un genio» (p. 166). Dicho sea, parece, sin acritud.

También es, en último término, la razón de su enamoramiento de Yoko Ono, una mujer que le hablaba de tú a tú y con la que podía compartir contenidos artísticos y espirituales, una mujer cuyo mito, «el fantasma absoluto de una mujer que aniquilaría con su potencia a todas las demás mujeres», nació en la época en que podía acostarse con todas las mujeres imaginables, todas ellas intercambiables, ninguna de ellas significativa. Yoko es también la razón de su retirada temporal de la música, que sólo su asesinato convirtió en definitiva. Al menos, así lo plantea el autor.

La prosa de Foenkinos es engañosamente sencilla, rítmica, compuesta de frases breves que a menudo se convierten en sentencias morales. Es un remedo verosímil del lenguaje que emplearía un artista dirigiéndose, en tono confesional, a su terapeuta. Ese terapeuta silencioso es también, por supuesto, el lector; incluso la posteridad. Al reflexionar sobre su vida en la mitad de esta, a los cuarenta años, el Lennon de Foenkinos construye la genealogía del mito romántico de masas que todavía es, pero desde una posición ya distinta: la de su apaciguamiento doméstico. Es una voz plausible, que el autor presenta como una interpretación libre a partir de los hechos conocidos y las entrevistas disponibles. Foenkinos nos presenta una versión de Lennon, un relato vital que da sentido a una biografía que el lector conoce sobradamente.

Esta última circunstancia es decisiva para entender el tipo de operación narrativa planteada por el escritor francés. Que todos sepamos quién es Lennon y cómo fue su vida le permite dar especial resonancia a muchos aspectos del relato: desde el proceso inicial de formación de la banda a la influencia de Yoko, pasando por algunas premoniciones trágicas que Lennon expresa a la vista de la histeria de sus fans: «Y aun ahora, que estoy a salvo, no pasa un día sin que sienta la sombra de un drama planeando sobre mi cabeza» (p.77). Esta frase nos estremece porque conocemos el desenlace real invocado en esta ficcionalización; pero también por eso, quizá, nos suena algo forzado. Tomando la noción del estudio de Manuel Alberca sobre la autoficción, Foenkinos establece aquí con el lector un pacto ambiguo, que no es el de la novela ni el de la autobiografía: un pacto narrativo a la carta que le permite jugar con la ficción y los hechos, aunque, en este caso, la ficción resida en la voz del personaje real y en su interpretación de unos hechos ya conocidosManuel Alberca, El pacto ambiguo. De la novela autobiográfica a la autoficción, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007..

Así pues, Foenkinos no nos presenta una vida imaginaria, ni tampoco exactamente una vida imaginada, porque la vida existió y el autor ha indagado en ella. Más bien, su estrategia consiste en presentarnos una vida desentrañada por su propio protagonista. En este caso, la oblicuidad propia del acercamiento a una existencia ajena queda enmascarada por el uso de la primera persona: quien nos habla parece Lennon mismo. A la hora de reconstruir una vida real, hay otras formas de proceder, todas ellas guarecidas en la suprema libertad formal que permite la novela: la acumulación de fuentes indirectas sobre Buenaventura Durruti en El corto verano de la anarquía, de Hans Magnus Enzensberger; la recreación de las palabras de la protagonista en El aire de Chanel, de Paul Morand; el relato en tercera persona omnisciente sobre Emil Zátopek en Correr, de Jean Echenoz; y la originalísima, libérrima fabulación sobre la vida de Béla Lugosi y el mito del vampiro que lleva a cabo Edgar Lander en Bèla Lugosi. Biografía de una metamorfosis.

En fin de cuentas, entre los distintos medios artísticos, la literatura sigue proporcionando los mejores instrumentos para la representación de los mundos interiores de sus protagonistas, por oposición al cine, que es precisamente el medio que exige deducir el interior de los personajes a partir de su apariencia externa. Foenkinos ha empleado hábilmente esos instrumentos para servirnos, parafraseando el título del relato de Onetti, un posible Lennon. Las limitaciones de su astuta maniobra narrativa no son otras que las que se deducen del inevitable contraste entre la inaccesible realidad interior del verdadero Lennon y la recreación de un Lennon ficticio. Pero es que el atractivo de este procede de aquel. Y el ventajismo del autor, que sabe que así es, bien podría haber desembocado en el ridículo. Sin embargo, hay que convenir que está lejos de hacerlo y que Foenkinos, escritor y fan, ha completado un muy disfrutable homenaje a su ídolo musical.

Manuel Arias Maldonado es profesor titular de Ciencia Política de la Universidad de Málaga. Ha sido Fulbright Scholar en la Universidad de Berkeley y completado estudios en Keele, Oxford, Siena y Múnich. Es autor de Sueño y mentira del ecologismo (Siglo XXI, Madrid, 2008) y de Wikipedia: un estudio comparado (Documentos del Colegio Libre de Eméritos, núm. 5, Madrid, 2010). Su último libro es Real Green. Sustainability after the End of Nature (Londres, Ashgate, 2012).

image_pdfCrear PDF de este artículo.
img_blog_391

Ficha técnica

5 '
0

Compartir

También de interés.

La época de la recapitulación


Entre colegas: competencia y complicidad en el mundo del arte

En un influyente ensayo sobre Lucian Freud incluido como parte del catálogo de una…

¿Nativos digitales o aborígenes analógicos?

Este libro viene a sumarse a la lista de libros que en los últimos…