
Gaziel, también en castellano
Van a permitirme que empiece con algo particular, algo de lo que soy arte y parte. Me refiero a la edición en castellano de la obra de Josep Pla. Cuando la editorial Espasa, siguiendo los consejos de mi amigo Arcadi Espada, me propuso traducir los cuatro libros de notas del escritor ampurdanés –encargo que luego quedó en tres libros (Notas dispersas, Notas para Sílvia y Notas del crepúsculo), dado que Espasa, al final, optó por reeditar la versión que de El cuaderno gris hicieran en 1975 Dionisio Ridruejo y Gloria de Ros–, me sorprendió que nadie hubiera tenido antes la idea.