Lo correcto en medio de lo falso
También los libros, como los humanos, sufren el paso del tiempo, que los falsifica o engrandece.También cumplen años y merecen un recuerdo en el que perdonamos su decrepitud o celebramos lo poco que han envejecido. Para que un libro forme parte de los mejores no hace falta que resuelva un problema; basta con que lo plantee de un modo del que no quisiéramos desprendernos. Uno ya no cree en la perennidad de los problemas filosóficos, como tampoco en que los viejos sean necesariamente los más sabios, pero sí en que determinados hallazgos deberían acompañarnos siempre. Hace ahora cincuenta años publicó Adorno Minima moralia. Reflexiones desde la vida dañada, uno de esos libros que no han dejado de estimular la reflexión