Años fundacionales
Crear PDF de este artículo. «Lo sobrecogedor de la literatura es que hasta la propia madre, cuando la escribimos, se vuelve literatura». Así da comienzo este admirable libro de memorias imaginarias y de ficciones reales. Bajo la invocación y el retrato de la madre, tantas veces cantada en anteriores libros, el escritor de hoy se asoma al niño de posguerra y de provincias, habitante de un gineceo humilde y, a la par, aristocrático, en el que sobresale, con la madre al fondo en la penumbra, la tía Josefina, convertida para la literatura en Algadefina, como génesis de un amor incestuoso, tísico y literario. Un ámbito, un decorado muy cercano a aquel otro que inventara para su novela El fulgor de