Buscar

La vida militar

El soldado desconocido. De la leva a la «mili»

F. PUELL DE LA VILLA

Biblioteca Nueva, Madrid, 1996

image_pdfCrear PDF de este artículo.

Hace ya algunos años un destacado hispanista, Daniel R. Headrick, se lamentaba en una obra que ha llegado a ser casi clásica para los estudiosos de nuestra historia militar (Ejército y política en España) del escaso conocimiento que se tenía del soldado normal, corriente y moliente, hasta el punto –escribía– que sabemos mucho menos sobre los soldados del ejército español que sobre sus oficiales y generales. Cualquier historiador mínimamente versado en el tema sabe que eso no es una exageración ni una boutade.

El problema estaba en que era mucho más fácil la denuncia de esa ignorancia que su solución, entre otras cosas porque la documentación militar es prolija en datos sobre contingentes, presupuestos o fortificaciones, pero muy poco explícita sobre las personas concretas que combatían en sus filas. (Todo un síntoma, digamos de paso, que ayuda a explicar algunos grandes desastres humanos y militares.)

En ese contexto hay que situar y valorar el esfuerzo que supone El soldado desconocido –título con unas connotaciones retóricas que pueden despistar a los no iniciados–. Su autor, F. Puell, magnífico conocedor del tema en su doble condición de militar e historiador, nos quiere aproximar al soldado concreto, al soldado español de los siglos XVIII y XIX, a cómo vivía, qué comía, qué pensaba, cuáles eran sus valores, qué hacía en el cuartel o en campaña, cómo vestía, dónde dormía, incluso (como decía una canción de infausto recuerdo) a qué dedicaba el tiempo libre. Se trata de una obra dirigida fundamentalmente a especialistas –no en vano es en su origen tesis doctoral–, pero que puede interesar también a un público más amplio.

En primer lugar porque el libro no trata tan sólo de la vida militar en su sentido más restringido, sino de cuestiones que desbordan con mucho ese enfoque (por ejemplo el paso del ejército ilustrado al ejército liberal, con todas las implicaciones que esa transformación tiene para el propio civil: de la leva a la mili, como dice el mismo subtítulo). En segundo término, todo ello no se puede disociar de las grandes cuestiones de orden ideológico y político que caracterizan el mundo contemporáneo. Por citar sólo un caso, téngase en cuenta que los súbditos del siglo XVIII no vinculan necesariamente el oficio de soldado –formar parte, de grado o por fuerza, del ejército del rey– con la defensa del país. Serán los «ciudadanos» del XIX, espoleados por el nacionalismo emergente, los que hagan del ejército el brazo armado de la patria.

Algo ganaremos si ello nos sirve de paso para arrumbar el antagonismo fácil sociedad civil/mundo militar. Lo militar y lo civil se funden en la historia concreta de la nación. Las grandes cuestiones de interés para la milicia lo son también para el país en su conjunto. Baste pensar en la formación de los grandes ejércitos de masas que se estrenarán en la batalla de Sedán en 1870 (¿de dónde vendrán los reclutas que integren sus filas?). Lo mismo cabría decir del sangrante tema de la «redención a metálico», que siendo una cuestión de reclutamiento (exención del servicio a cambio de una determinada cantidad) es por encima de todo un problema civil (de incapacidad política y de injusticia social).

El soldado desconocido es por todo ello una obra fundamental para el especialista e interesante para el profano. Quizás a este último le afecten más pequeños defectos formales: algunas reiteraciones, una segunda parte más farragosa y prolija, y –aunque ello no es imputable al autor– un formato y una tipografía poco cómodos para la lectura. Pero merece la pena el esfuerzo.

image_pdfCrear PDF de este artículo.

Ficha técnica

2 '
0

Compartir

También de interés.

Pólvora húmeda y prestada