
Al servicio de Stalin
Para los comunistas europeos, la década de 1940 fue, por parafrasear a Charles Dickens en Historia de dos ciudades, «el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos». La década comenzó con el terremoto ideológico del pacto nazi-soviético de agosto de 1939, que aún sigue reverberando dentro del movimiento comunista internacional. Los camaradas tuvieron que digerir el «hecho» de que la guerra franco-británica contra Hitler no era la lucha contra el fascismo por la que habían estado haciendo campaña incansablemente en los años treinta. El Partido Comunista Francés (PCF), que previamente se había presentado como la más patriótica de las organizaciones patriotas, expresaba ahora su completo desinterés por el desenlace del conflicto.