Un título descriptivo para este libro podría ser: «Textos sobre las aportaciones del totalitarismo caribeño al control social de especies intelectuales y afines». El autor, con buen criterio, ha preferido titular con una imagen alusiva, inspirada en una cita del narrador cubano Leonardo Padura que aparece al comienzo del libro como motto del mismo.
Si traducimos el eufemismo, surgirá diáfano el tema y motivo de la presente antología: «el compañero que me atiende» es el «seguroso» (magnífico hallazgo verbal), es decir, el oficial de la Seguridad del Estado encargado de vigilar, escuchar, observar, en definitiva, «atender» al escritor, artista, poeta, periodista, de forma que sepa que es sometido a «cuidados» tan solícitos como intimidatorios, para que no cometa «errores» o desviaciones respecto de la «verdad» revolucionaria.