Hacer música española
La historia todavía es sorda. Sorprende, pero es así. Quiero decir que no puede narrarse una etapa del pasado y a la vez escuchar la música que de algún modo acompañaba los eventos descritos, aunque llevamos bastante más de un siglo con formas de reproducción sonora y más de dos décadas con escritura telemática y, en paralelo, música portátil, hoy transmitida por computación. Y eso que el cine no es más que melodrama en su sentido más estricto. Más aún, si hablamos de divulgación histórica, el documental explicativo suele depender muy directamente de una banda sonora. Sin olvidar que el cine conocido como «mudo» siempre tuvo acompañamiento, previamente compuesto o improvisado durante la proyección, y que, desde el principio del cine sonoro, la música de fondo acompaña el ensayo fílmico como narración emotiva paralela, con compositores directamente implicados en esa tarea.