
La Biología como gnosis contemporánea
Hace más de dos siglos, Kant dictaminó que se expulsara del camino seguro de la ciencia todo lo que no pudiera ser objeto de un saber estricto. Y tal ha venido haciéndose. Pero mantener esa disciplina de contención no resulta nada fácil, especialmente cuando se dan dos circunstancias muy singulares: la primera, el haber alcanzado los científicos de mucho renombre el sitial que se reserva a los auténticos sabios; la segunda, vivir en una época poco inclinada a aceptar que puedan existir preguntas que no tengan una respuesta bien fundada.