Sexo, retórica y demonio
Crear PDF de este artículo. Junto a la noción de Dios, sin la cual no podría concebirse el pensamiento occidental, la idea del Diablo representa el segundo pilar insoslayable de nuestra cultura. Tan necesarios el uno como el otro en su eterna oposición complementaria, el representante histórico del Mal parecía haber quedado relegado a un segundo plano en los estudios académicos ante la conciencia de un mundo al fin secularizado. Y, sin embargo, es precisamente ahora cuando –tras unos años marcados por el predominio de la historia social– el Demonio está adquiriendo un protagonismo sin precedentes en la más reciente bibliografía. ¿Quiere esto decir que nos hallamos ante un retroceso en gran medida relacionado con las modernas crisis de identidad