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Patriotismo y nación en España

España, patriotismo y nación

EDURNE URIARTE

Espasa Calpe, Madrid

295 págs.

17 €

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Edurne Uriarte aborda en este libro la gran cuestión de la política española a lo largo del proceso de transición y consolidación de nuestra democracia: la raíz del problema nacional-regional de España, entendido como un problema de relación y equilibrio entre una nación española y unas realidades nacionales y regionales existentes en su seno. En torno a esta cuestión central se plantea la autora algunos interrogantes básicos: las insuficiencias del Estado autonómico para una solución plena del problema, las dificultades de la izquierda con la idea de nación española, las posibilidades de la fórmula del «patriotismo constitucional» como avance en la solución, la necesidad de adoptar una fórmula de pluralismo nacional como condición previa de una política de equilibrio, la falsa solución de una reformulación federal y el cambio de visión del problema en la España del cambio de siglo.

Plantea todas estas cuestiones y algunas otras en íntima relación con ellas, con claridad, reflejando en todo momento una buena información y reflexión sobre todas ellas y ofreciendo, en conclusión, un diagnóstico razonable y acertado. En torno al Estado autonómico subraya las dificultades que su puesta en práctica ha tenido para hacer realidad la fórmula de pluralismo nacional presente en nuestra Constitución. En concreto, plantea el déficit de una idea de nación española que ha acompañado al despliegue de la nueva manera de entender la estructura territorial de nuestro Estado. Insiste la autora en la existencia de dos grandes modelos de nación que dan origen a dos grandes tipos de nacionalismo: el modelo de nación política, ligado a la construcción de un orden liberal-democrático en el marco de viejos Estados modernos, y el modelo de nación cultural, entendido como una politización de rasgos étnicos que aspira a hacer de las realidades culturales hechos políticos. Ambos tipos ideales de nación, puesto que de tipos ideales habremos de hablar mejor que de datos fácticos de la vida política, tienen existencia y reconocimiento constitucional en la vida española. Pero ni la existencia ni el reconocimiento han sido tenidos en cuenta durante una larga etapa de nuestra vida política, coincidente con el proceso de transición, que prefirió obviar el reconocimiento de una idea de nación española. Es el curso del franquismo y el antifranquismo el responsable fundamental de esta simplificación de la cuestión, que ha ayudado en escasa medida a un planteamiento racional y democrático de nuestro problema nacional. Los nacionalismos periféricos, con el concurso de la izquierda española y la parcial comprensión de la UCD, se comportaron a lo largo de un dilatado momento de nuestra historia reciente como los únicos legítimos representantes de unas realidades nacionales, creando así un problema de convivencia en nuestra vida nacional. Particularmente la izquierda hizo suyo este modo de ver la cuestión hasta fecha avanzada. Incluso, en el momento actual, la autora cree ver la persistencia de este modo de ver el tema, además de en Izquierda Unida, en un sector mayoritario del PSOE, tal como se pondría de manifiesto en su visión de la crisis vasca, en su proyecto federal y en su enfrentamiento político con el Partido Popular. Sin que falte fundamento a esta visión de Edurne Uriarte, particularmente por lo que hace a la propuesta de un proyecto federal que olvidaría la naturaleza esencialmente federal de nuestro Estado autonómico, habría que aceptar, sin embargo, la pluralidad de enfoques existentes actualmente en el socialismo español sobre el tema; enfoques que, en casos significativos, no difieren sustancialmente de los mantenidos en este libro.

La tesis de Edurne Uriarte es que nos encontramos en un momento de definitivo desenganche con los errores del inmediato pasado. El impacto de la crisis vasca y el terrorismo, el éxito de España en los últimos años, el proceso de maduración de la derecha democrática española, estarían detrás de una visión más realista y, por ello, más eficaz, de nuestra cuestión nacional. La afirmación de una nación española de preferente signo político, capaz de convivir con unas realidades nacionales de signo cultural, sería el gran logro de este momento de inflexión política. Su reflejo podría verse en la puesta sobre el tapete de nuestra vida política de una idea de «patriotismo constitucional» que, más allá de sus ambigüedades y diferentes interpretaciones, equivaldría al reconocimiento de un nacionalismo español de signo liberal-democrático, capaz de conectar con el pasado de la cuestión y capaz, especialmente, de garantizar formas de convivencia con los nacionalismos vasco y catalán. Un nacionalismo de signo político o patriotismo; la distinción entre ambos conceptos se pone razonablemente en duda a lo largo del ensayo, que puede ayudar a hacer más fácil la vida del Estado democrático español en momentos de transformación ligados a la construcción europea. La autora tiene muy presente, en todo momento, una realidad política vasca que exige de modo inmediato la reconstrucción de una idea de nación española capaz de equilibrarse con una realidad nacional vasca presentada por los partidos nacionalistas del País Vasco con vocación de exclusividad.

Éstas son las ideas básicas de un libro oportuno, de un ensayo brillante y de una reflexión inteligente sobre el principal problema de nuestra vida política. Un problema que tiene solución en los términos considerados por la autora y que todo hace indicar que habrán de ser los términos que finalmente se impongan en la visión de la cuestión.

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Ficha técnica

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