Buscar

Mucho más que mera sociología

LA EXPANSIÓN DEL CRISTIANISMO. UN ESTUDIO SOCIOLÓGICO

Rodney Stark

Trotta, Madrid

Trad. de Antonio Piñero

220 pp. 20 €

image_pdfCrear PDF de este artículo.

El subtítulo del libro de Stark, «Un estudio sociológico», es de lo poco que podría objetársele críticamente. Porque esta obra, no muy voluminosa, resulta fascinante, entre otras cosas por la lograda interdisciplinariedad que aparece entre sus páginas. No hay sólo un enfoque del cristianismo original que pueda interesar a los sociólogos, pues también tiene que ver al menos con la historia de las religiones, la teología, la economía, la teoría política, la psicología social, la estadística o el urbanismo.

Lo sorprendente de este texto es que no se trata de una yuxtaposición de dimensiones científico-sociales y teológicas, sino de un ensayo unitario en su conjunto, que permite tener, tras su lectura, una comprensión bastante mejor de un fenómeno tan complejo como la expansión del primitivo cristianismo. En su origen algunos de los capítulos fueron artículos separados publicados en revistas especializadas, pero al reescribirse ahora se revisten de una lograda unidad ensayística.

En repetidas ocasiones se ha planteado una cuestión recurrente: ¿cómo se explica la expansión tan espectacular de un fenómeno como el cristianismo, que pasó de ser un pequeño grupo o secta a constituirse en religión extendida y dominante del Imperio romano? La explicación oficial, la que los manuales tradicionales solían despachar en pocas líneas, no satisface. En efecto, sostener que la explicación se reduce al conocido edicto de Milán de 313 por parte de Constantino transformando el cristianismo primitivo perseguido en religión oficial del Imperio, bien es una superficialidad vaga y discutible, bien, en el mejor de los casos, sólo explicaría la cuestión en un plano político. A Stark ese enfoque no le atrae. Trata de dar respuesta a ese interrogante en profundidad, y de manera cruzada, esto es, recurriendo a fríos datos numéricos y cálculos de probabilidades estadísticas, pero introduciéndose con rigor científico, hasta donde le es posible, en las casas, las enfermedades, las angustias y obsesiones, las vidas cotidianas, de los ciudadanos y habitantes del Imperio romano en los tres primeros siglos de nuestra era. Ello le conduce, por ejemplo, a estudiar con suficiente detalle y rigor aspectos que comienzan con un cálculo aritmético de la evolución de la población cristiana, que, proyectando una tasa de crecimiento del 40% por decenio, pasaría de ser de unos mil cristianos en el año 40, hasta convertirse en unos 6.300.000 en el año 300, con un porcentaje de la población del 10,5%, y casi en 34.000.000 en el año 350, con un porcentaje del 56,6% sobre una población estimada de sesenta millones en el Imperio. Pero, tras las cifras, Stark busca las razones que las expliquen, pues es obvio que ese crecimiento no se dio por inercia. Para ello recurre a aplicaciones de teorías económicas y categorías sociológicas, como clase, secta y culto, y a su concreción en un cristianismo en diálogo y conflicto simultáneamente con el judaísmo del momento –judaísmo helenizado de la diáspora, judaísmo acomodado, etc.–, recurriendo a una interesante aplicación de la figura contemporánea de las redes sociales. A la vez, tiene la maestría de saber relacionar el esquema de las redes sociales en aquellos decenios con vivencias cotidianas personales y colectivas como las epidemias, y la actitud novedosa –funcional y éticamente– de los cristianos ante catástrofes como ésas.

No menos logrado resulta el capítulo que retrata la función de la mujer en la difusión del primitivo cristianismo, comparando, por un lado, las proporciones de hombres y mujeres entre los paganos y entre los cristianos, y, por otro lado, la muy diferente posición ante el factor de la fertilidad en sus manifestaciones como el aborto, el infanticidio o el control de natalidad. De hecho, la fertilidad cristiana, notoriamente mayor, provocó no sólo un importante superávit de mujeres cristianas sino, asimismo, un fenómeno multiplicador en los procesos de conversión a la nueva religión.

La psicología social le ayuda a Stark a establecer cómo coadyuvaron en el progresivo crecimiento cristiano la idea y la práctica de la solidaridad por motivos religiosos en un mundo incapaz de vincular a sus dioses con una ética filantrópica como la predicada por los seguidores de Jesús de Nazaret. Sobre todo, teniendo en cuenta la dureza de las condiciones diarias de la vida, en aspectos como la vivienda, la alimentación o la higiene, en un cuadro generalizado de miseria urbana crónica y caos social y urbanístico. El análisis que presenta Stark de la ciudad de Antioquía, como ejemplo bien representativo de todo ello, permite que el lector entienda el cruce de las diversas dimensiones del problema, sin olvidar el hecho del sacrificio como opción racional de algunos en la consolidación de la credibilidad que provocaba la nueva fe. En ese sentido, Stark se fija en el caso de los mártires, si bien desmitificando la aureola con la que autores como Eusebio de Cesarea les coronaron. Porque, en definitiva, el cristianismo no se expandió «porque los milagros influyesen en las plazas de los mercados […] o debido a que Constantino dijo que sí», sino porque hubo una aprobación conjunta para la organización en un mundo de profunda desorganización social, y con una regulación romana de la religión hermanada con la debilidad del paganismo.

Otro mérito notable del libro es la traducción del catedrático Antonio Piñero, autor de reconocido prestigio en la especialidad de esta obra. La versión al español del original inglés The Rise of Christianity resulta excelente, por su claridad, tanto conceptual como descriptiva, su correcto y cuidado castellano, y la riqueza terminológica que recorren sus frases, perfectamente construidas. Una vez más, la editorial Trotta hace gala de su calidad habitual.

image_pdfCrear PDF de este artículo.

Ficha técnica

4 '
0

Compartir

También de interés.

La Habana como personaje

La ninfa inconstante, primera de las tres novelas inéditas que dejó Guillermo Cabrera Infante…

La política del cambio climático

¿Cómo podemos llegar a reformar ecológicamente la sociedad en una medida razonable?