Ensayos RdL

Encapuchados en la mesa

¿Habría que negociar con ETA? ¿Es ésa la única posibilidad de acabar con la pesadilla que lleva casi veinte años desestabilizando la democracia española? Esa ha sido siempre la opinión del PNV, formación que nunca ha dejado de intentar, pese a notorios desaires, de convencer a ETA de la necesidad de un acuerdo negociado. Un acuerdo, en principio, en términos de paz por presos, aunque admitiendo algunas concesiones simbólicas complementarias. La detallada investigación de Irujo y Arqués permite reconstruir uno a uno todos los contactos habidos entre el PNV y ETA desde los inicios de la transición. Sorprende la aparente puerilidad de la dirección etarra, que exigía, para empezar a hablar, la previa aceptación de su

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Lobos y corderos

Desde los albores del Romanticismo decimonónico hasta nuestros días, salvo en breves paréntesis temporales, ha tenido la Edad Media ese punto inevitable de fascinación, de motivo literario inagotable, para los poetas y novelistas de Occidente. Podría decirse que la novela histórica ha encontrado en ella su razón de ser, muy del agrado del lector que busca otros rostros y otros mundos de su presente establecido y normalizado. El escritor asturiano Fulgencio Argüelles consigue en Los clamores dela tierra, su segunda novela publicada, el tono y la verosimilitud que requiere un relato histórico sobre la Edad Media. Situada en el siglo IX , en el breve pero conflictivo reinado de Ramiro I de Asturias, recrea con

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Lo que queda del gran sueño

Veinte años después de su muerte, las cenizas de André Malraux reposan para siempre en el Panteón de los escogidos, tras ser conducidas a su última morada con la pompa y circunstancia con las que Francia acostumbra a pagar los servicios de sus hijos más insignes. Lejos de allí, en el bastante más pequeño burgués cementerio des Batignolles, reposan los restos mortales de André Breton. Sobre la losa, un epitafio extraído de su Introduction au discours sur le peu de réalité: «busco el oro del tiempo». Sus funerales, de los que acaban de cumplirse treinta años, fueron sencillos: un puñado de amigos y algunos jóvenes acompañaron a la comitiva hasta el camposanto: no hubo presencia

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