
Vértigo en el Liceu
—Tant queixar-se d’en Franco, tant queixar-se d’en Franco… Si et portes bé, no et passa res…
Este es mi padre acabando de cenar. Mi madre pela una naranja y calla. ¿Cuánto tendría yo entonces, siete años? Sé que tenía ocho cuando Franco se empezó a morir. Por la tele empezaron a pedir todas las noches que España rezara por él. A mí rezar no se me daba mal, lo hacía desde pequeña en la cama con mi madre: un padrenuestro, un avemaría y la oración del ángel de la guarda. Todo en catalán, como es natural.