Ensayo para una lectura de cámara
Félix de Azúa tiene merecida fama de articulista lleno de ingenio, con un sustrato crítico-corrosivo inyectado en su prosa gracias a una ironía expresiva tan desconcertante como eficaz. Seguir sus ideas exige, a veces, un cierto esfuerzo, al no hacerle fáciles concesiones al lector; pero, por otro lado, su estilo, preciso y transparente, permite adentrarse sin fatiga alguna en su escritura. Ha consolidado, pues, una indiscutible maestría, bien reconocida, en ese tipo de texto de extensión media o breve, con artículos suscitados casi siempre por algún acontecimiento público, más o menos reciente, que hiere la sensibilidad o la inteligencia. Y aunque entre sus pretensiones no figura crear opinión, de todos modos consigue con acierto desenmascarar muchas de las que, para