
Sabotaje
El coche apareció en las afueras de Algar de las Peñas mientras caía la tarde. Era un Mercedes de color negro que evocaba los coches oficiales, con ese despliegue de lujo que manifiesta la insolencia del poder. Se bajaron de él un hombre corpulento, de unos cincuenta años, y una mujer algo más joven, con un chaquetón granate y unos zapatos con tacón de aguja.