España repoblada o el triunfo de la aldea
¿Puede, una (buena) sociedad dar la espalda al territorio sin sufrir las consecuencias? Hermano, hasta aquí hemos llegado. Ya era hora, en el primer ecuador anual (y vaya año) de nuestro blog, ya tocaba hablar de esto. Sabes que hay algunas palabras cuya pronunciación escatimamos para no conjurar a los malos espíritus. Tal es el caso de “la-palabra-que-empieza-por-e”. Pues ahora le toca a “la-palabra-que-empieza-por-d”. No nos gusta esa palabra, pero es ineludible el decir cuál es, al menos para que los amables lectores sigan concediéndonos el regalo de su atención.