La era de la profusión informativa
En los debates sobre el lugar de la prensa en la democracia, suele citarse la célebre afirmación de Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos: «Si tuviera que elegir entre gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, elegiría sin dudarlo lo segundo». Menos frecuente es que la cita de esta frase, pronunciada en 1787, se complete con la que pronunciara veinte años después, cuando ya llevaba seis años en el poder:
El hombre que nunca lee un periódico está mejor informado que el hombre que los lee, igual que quien no sabe nada está más cerca de la verdad que aquel cuya mente está llena de falsedades y errores.
Es decir: las fake news antes de las fake news. Hay que suponer que una observación tan escéptica es, en buena medida, el resultado de la experiencia del poder y sus amargos malentendidos. También, qué duda cabe, de la naturaleza dominante de una prensa ?la de su época? tan vibrante como atrabiliaria.