El discreto encanto de la ideología: comunismo y revolución, un siglo después (y III)
Veníamos diciendo, en el curso de esta reflexión acerca de la revolución bolchevique en su centenario, que para entender este singular acontecimiento y su posterior desarrollo ?incluyendo el tipo de régimen político que fue la Unión Soviética? hay que fijarse en la ideología. Es decir, en el marxismo-leninismo como doctrina de rasgos a la vez mesiánicos y científicos, o, si se quiere, como religión política que no renunció a elementos propios del romanticismo político. Sigamos y terminemos.
Fue Lenin quien, convencido de que el obrero no adquiriría conciencia universal de clase sin ser guiado por el partido, y persuadido del carácter internacional de la revolución proletaria (antes de refugiarse en el «socialismo de un solo país»), tomó el poder para hacer la revolución.