Toque a degüello (I)
Es bien conocida la afirmación con la que Wittgenstein cerraba su Tractatus, según la cual sobre aquello de lo que no puede hablarse, es mejor callar: justamente lo contrario de lo que solemos hacer en la era de la comunicación digitalizada. Sin embargo, hay un asunto sobre el que, aun hablándose, se calla más de lo que parecería razonable: la brutal violencia ejercida –y escenificada– por los miembros del Estado Islámico en Irak y Siria contra sus enemigos.