Benito Pérez Galdós: La desheredada
Crear PDF de este artículo. Pasar de un siglo a otro concede al menos la ventaja de poder juzgar el siglo recién transcurrido con el mismo criterio de cosa cerrada que hemos venido aplicando a los anteriores. Mientras el siglo estaba abierto y no había llegado a su final, vivíamos esa sensación de perenne actualidad a que sin duda incita el desconocimiento exacto de nuestros límites temporales. Claro que los calendarios son meras convenciones encaminadas a darle al tiempo un marco formal, pero al fin acaban determinando espacios concretos en que, desde la distancia, nuestro juicio quiere encontrar una coherencia moral y estética. El siglo XX terminó, podemos decir murió –para que nuestra reflexión tenga su verdadero sentido–, y está