Afirma Chesterton que «una idea que no se hace palabra es una mala idea, como una palabra que no lleva a la acción es una mala palabra». Saber es hacer. A través de la palabra, las ideas entran en acción con referencia a un punto decisivo para el futuro de la humanidad: la democratización, que es el presupuesto para la globalización o, como dijo Ortega, la mundialización. Eso es lo fundamental de este libro, la reflexión sobre los problemas del hombre de hoy, a un mismo tiempo liberado de muchas miserias y paradójicamente acuciado por las que todavía persisten para la mayor parte de la humanidad.
Tiene valor de axioma, verdad no puesta en duda, que no hay más precedente de cualquier régimen democrático que la autocracia y el despotismo, forma habitual de gobierno entre los hombres todavía hoy. Por el contrario, el consentimiento de los gobernados, clave o piedra angular del sistema político demoliberal de una sociedad, constituye una excepción en la historia de la humanidad. Así lo ponen de relieve las experiencias clásicas, más intentos limitados y fallidos que logros acabados pero con valor de luz que ilumina nuestro presente, y el reducido número de los regímenes democráticos actuales, tan deficientes a pesar de todo en aspectos decisivos para la vida en libertad, en igualdad y en justicia efectivas. Ahora bien, hoy, cuando el constitucionalismo pasea su carro triunfal incluso por los países autocráticos, el hecho de que todo Estado se siente obligado a legitimarse democráticamente con una Constitución escrita, al menos para guardar las apariencias liberales y participativas, viene a ser un punto de partida muy firme llamado a cumplir el objetivo de formar una opinión pública universal que respalde el respeto de los derechos humanos, la libertad y el autogobierno de las sociedades, la eliminación de la ignorancia, el hambre, la pobreza y la miseria. Este libro recoge, por una parte, la dilatada experiencia al respecto de los jefes de Estado y de gobierno participantes en la Conferencia sobre Transición y Consolidación Democráticas celebrada en Madrid del 19 al 27 de octubre de 2001, buen número de ellos en el pleno ejercicio de sus funciones políticas; por otra, se hace eco de las exigencias de la teoría demoliberal expresadas por un notable elenco de miembros de la universidad, la academia y el mundo de la cultura. Porque lo que es verdad en la teoría aún es más cierto en la práctica, como sostuvo Kant. Superar el divorcio entre la teoría y la realidad haciendo la tensión fructífera, conferir estabilidad a los estados en una progresión dinámica hacia la democracia, necesitada de ineludible equilibrio inestable, y resistir el espectáculo de ver «cómo mueren las democracias», por decirlo con el expresivo título del libro de Revel, son las ocupaciones a las que, en definitiva, pre-responden los numerosos autores de este volumen.
En medicina y en derecho, y tal vez de modo más agudo aún en el proceso político democrático, es preferible prevenir los inconvenientes, formulando estrategias específicas y objetivos, o anticipando antídotos contra los obstáculos, que remediar a toro pasado los efectos perversos previsibles e imprevistos propios de los procedimientos democratizadores. Decantar experiencias e ideas de los episodios históricos de esta naturaleza, a partir del citado axioma implícito de que no hay más precedente de cualquier régimen democrático que la autocracia; establecer pautas o criterios claros, de intencionada utilidad práctica, para alcanzar el horizonte de los principios que se han mostrado operativos en la transición a la democracia; llevarlo a cabo a partir de la acción de unas personas espontáneamente dispuestas a colaborar, los jefes de Estado y de gobierno que aceptaron el reto, en colaboración con especialistas universitarios, de analizar la realidad de la vida globalizada del hombre de hoy con la meta de mejorar sus expectativas en el porvenir; y debilitar los antagonismos más que efectuar un reparto igualitario de las armas políticas. Estas pueden ser las claves de la citada conferencia, cuyos trabajos podemos ahora leer en las páginas de este libro, que cuenta con el complemento de un CD-rom que incorpora información adicional de gran utilidad. Se trata de un libro único por su tema, un aspecto relacionado con la globalización y que condiciona el universalismo efectivo como modo de ser del humanismo de mayor radio. Único por no ser excluyente de los Estados del Este ni del Oeste, del Norte ni del Sur, abierto, pues, a la rosa de todos los vientos. Único porque su autor es colectivo y cualificado. No prescinde de la identificación individual de los participantes, no ya en los discursos de las personalidades de relieve mayor durante el desarrollo de la conferencia, sino en particular al presentar el resultado de un trabajo que es del común, con la nómina de quienes contribuyeron a la composición de cada una de sus partes, recomendaciones y conclusiones: el diseño constitucional, los poderes constitucionales, las medidas anticorrupción, el papel de las fuerzas armadas y de seguridad, el fortalecimiento del pluralismo político, social y de los partidos, y las condiciones económicas y sociales. Único, en fin, por haber logrado dos objetivos: la aprobación original de una Declaración por la Libertad y contra el Terrorismo y la constitución de un comité permanente, el Club de Madrid, con objeto de crear un proceso que ayude a los dirigentes de democracias emergentes a reforzar la democracia en el mundo.
Aun cuando el libro no posea un estilo formal cuidado, tal vez su limitación más perceptible, su forma defectuosa, propia de toda obra colectiva, no priva de fuerza a sus valores y propuestas de mejora, superlativo de bonus, enderezadas al bien común o público. Al lector le aguarda una aventura de búsqueda personal por una tupida selva de testimonios, datos, intuiciones e insinuaciones que hacen del proyecto una ocasión para vivir, que como todo vivir verdadero es un compartir. Sociólogos, juristas y políticos están convocados a pensar y a colaborar en la dinámica que se abre ante nosotros.
