La violencia de ETA contra los empresarios
La violencia terrorista se manifiesta de muchas maneras. No empieza y acaba en el asesinato, aunque el acto de matar sea la característica fundamental del terror. Las organizaciones terroristas requieren de un entorno que las sostenga material e ideológicamente. Alguien tiene que financiarlas para que puedan llevar a cabo sus propósitos. En el caso de la organización terrorista ETA, es sabido que extorsionó durante años a empresarios vascos, de quienes obtenía el mal llamado «impuesto revolucionario». De esta forma conseguía, además de los recursos económicos, la complicidad y, en definitiva, el apoyo de quienes cedían ante sus amenazas. El tema de la financiación o, por decirlo sin eufemismos, de la extorsión empresarial, es un aspecto del terrorismo etarra que no había sido suficientemente estudiado hasta que se decidieron a hacerlo un grupo de estudiosos de la Universidad de Deusto. El resultado es el libro titulado Misivas del terror, un análisis sociológico, político y ético, riguroso y exhaustivo, que tiene como base empírica las cartas de extorsión enviadas a los empresarios, un conjunto de entrevistas realizadas a los afectados y testimonios diversos, además de toda la documentación académica o mediática que ha podido recogerse relativa al tema.