Empezar por el principio
En su obra principal, De Musica Libri Septem, Salinas nos cuenta cómo, hacia 1540, pudo conocer en Roma la teoría musical griega gracias a una serie de teóricos desconocidos hasta entonces: Tolomeo, Porfirio, Bacquio, Aristóxenos, Nicómaco, Briennio y Arístides Quintiliano. Empleó en su estudio, nos dice, más de veintitrés años. Añadiendo a los anteriores los nombres de Plutarco, Euclides y Gaudencio, tenemos casi al completo las fuentes musicales griegas, la alternativa renacentista a la lectura medieval de Boecio o san Agustín. Lo que el Renacimiento y la posteridad deben a estos autores es difícilmente evaluable. Gracias al amplísimo panorama teórico musical de casi un milenio que ofrecía el mundo clásico, la música occidental pudo acelerar su paso y abrirse a