
Antiintelectualismo con amplitud de miras
Durante las últimas décadas del siglo XX y los años ya recorridos del XXI, el conocimiento ha experimentado un avance tan vertiginoso en todos los ámbitos que cada vez es más acusada la tendencia a la especialización. Esto ha afectado en gran medida a la filosofía, tradicionalmente considerada como un saber de vocación horizontal, ambición omniabarcadora y voluntad de sistema, obligándola a disgregarse en disciplinas autónomas. Lo que antes eran diversos temas abordables desde el punto de vista unitario de un autor capaz de enfrentarse a todos ellos, hoy son campos estancos en los que trabajan de modo exclusivo filósofos tan especializados como en las ciencias: la filosofía política, la ética, la estética, la metafísica o la epistemología. Entre estas disciplinas escasean los canales de comunicación, como escasean los autores contemporáneos que pretenden unificar y dar sentido a todas las ramas del saber en su conjunto.