El mundo es como un tablero de ajedrez
«Ovidio afirmaba que "el ocio nutre el cuerpo y el alma también se alimenta de él", mientras que Séneca, ratificando el estatuto noble de las prácticas lúdicas en el clasicismo, sostenía que "el ocio sin literatura es muerte y sepultura del hombre", dejando libre de culpa el ocio moralizante o aleccionador…»