Paul Celan: una oscuridad luminosa
Refiriéndose a Paul Celan y a un reproche que se hacía con gran frecuencia a este poeta –un tic crítico que por fortuna va remitiendo–, su hermetismo y su oscuridad, Harald Weinrich dice que está dispuesto a admitir que su lengua es oscura, siempre que consideremos que la nuestra es clara. A esto último es a lo que puede estar aludiendo el título de uno de los libros del autor rumano: Compulsión de luz (Lichtzwang) ––también, quizás, «luz forzosa»–, algo así como la «luz obligatoria» que la policía de muchos países del mundo «impone» a los detenidos, para evitar, probablemente, una fuga en, y por, la oscuridad, algo que ni los cerrojos ni las rejas pueden impedir. En relación con