
Apología de una apología
«Para un matemático profesional, es una experiencia melancólica encontrarse a sí mismo hablando, o escribiendo, en torno a las matemáticas. La función de un matemático es hacer algo, demostrar nuevos teoremas, realizar alguna contribución a las matemáticas y no tratar sobre lo que él u otros matemáticos han hecho». Así arranca este espléndido ensayo del matemático inglés G. H. Hardy escrito en el año 1940, cuando contaba sesenta y dos años de edad y convalecía de un infarto sufrido el año anterior. En el prólogo que C .P. Snow redactó para la edición de 1967, describe la Apología como «un lamento apasionado por una potencia creativa que antes estaba pero que se ha ido para no regresar». El ensayo de Hardy contiene además otros muchos e interesantes registros, como también lo hacen el mencionado prólogo de Snow y la introducción de José Manuel Sánchez-Ron para esta nueva edición de la editorial Capitán Swing que aquí comentamos, y cuya traducción al castellano ha realizado Pedro Pacheco.