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Anglicismos hispánicos

Anglicismos hispánicos

EMILIO LORENZO

Gredos, Madrid, 1996

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Un personaje de la sátira musical de Carlos Arniches y Gonzalo Cantó, Ortografía, estrenada en Madrid en 1888, llamado Sport, se dirige a un atónito portugués, el señor Canone Valente Bomba da Silva, que quiere aprender español y le dice: «Yo soy el Sport, por mí deliran. Hoy, entre los elegantes, todo es inglés…, desde los zapatos hasta el zapatero. ¿Quién es hoy el que no lleva herraduras?» Tras mostrar al portugués las habilidades del deporte, se despide diciendo: «Alé… yes… tris, tras, triquitrín, triquitrín. Break, Derby, Handicap,Bok, Maker, Jockey, tris, tras, yes, galop, triquitrín». Canone, asombrado, exclama: «¡Oh, moda ridícula! ¡Pobre idioma!».

Si Canone lanzó esta exclamación en 1888, ¡qué no diría en 1997! Una ojeada a cualquiera de los periódicos de información económica que se editan en Madrid espanta al menos castizo de los hablantes. En ellos el español aparece trufado de inglés. Lo que en el fin del siglo XIX era una moda, es en el fin del siglo XX una colonización idiomática que llega hasta la publicidad de los autobuses urbanos. Emilio Lorenzo, filólogo que durante cuarenta años se ha ocupado concienzudamente del anglicismo, estudia en este libro las palabras inglesas que se han introducido en la lengua española en los últimos años. Es más de 3.000 el número de palabras que aparecen estudiadas o mencionadas en el libro. Para que se haga el lector una idea de la extensión del fenómeno, se puede asegurar que esa cifra, con ser abrumadora, es modesta. Hay muchos más anglicismos.

Emilio Lorenzo se ocupa de los más usuales, los que tienen mayor frecuencia en la lengua cotidiana, no en los sublenguajes técnicos, donde el anglicismo puede dominar.

En este libro el autor rastrea la vía de penetración de este aluvión de palabras inglesas en el español actual, discute sus significados y explica con claridad y con prosa vivaz, bien lejana de la pedantería, las peripecias por que han pasado estas palabras. Un ejemplo de ello es la voz billón, que tanta confusión ha causado a traductores españoles de inglés. En este sentido, las explicaciones que ofrece el autor pueden servir de orientación eficaz para traductores y periodistas.

Pero la penetración del inglés en la lengua española no es meramente un problema para filólogos y lingüistas. Es un problema grave para nuestra cultura, pues se trata, simplemente, de una situación de colonización. En un mundo que se ha zafado del colonialismo y que defiende la diversidad, porque entiende que los monopolios son perjudiciales, tenemos una situación de monopolio lingüístico. Esta es una situación que no puede atribuirse a la lengua que emite el anglicismo, sino a los hablantes que aceptan y hasta favorecen el anglicismo por papanatería. Por eso, Emilio Lorenzo echa en falta a los hablantes de español cierto descuido cuando se enfrentan al inglés.

Hace sesenta o setenta años, los hablantes hacían gala de cierta dignidad idiomática, y convertían speaker, referee, match, record y reporter en locutor, árbitro, encuentro, marca y reportero. Pero hoy periodistas y locutores no frenan su pereza diciéndonos que fulanita es una top model, y las autoridades académicas de hoy han sustituido una palabra perfectamente clara como enseñanza por el anglicismo educación, precedido en el tiempo por el célebre ministerio de educación nacional. El anglicismo da pie otras veces a una traducción infeliz; por ejemplo, hay quien trabaja a tiempo completo(full time) en una empresa. En fin, los titulares de ciertos periódicos nos obsequian con guindas como Médicosreivindican más hospitales. ¡Todavía el español tiene artículo! El anglicismo, en fin, penetra en el idioma y altera su fisonomía cuando escribimos plurales insólitos como tests, clips y stocks. Los ejemplos podrían continuar indefinidamente.

Sin duda, somos los hablantes del español quienes tenemos una responsabilidad ante la lengua española. Pero también son las instituciones políticas, educativas y científicas las que deben actuar ante la adopción indiscriminada del inglés.

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