Muros
Japón es un país rodeado completamente por el mar. Más que eso, lanzado al mar, expuesto. Pero uno diría que, en vez convivir con el mar, lo sufre. La palabra «mar» no evoca en Japón algo atractivo, como en España, en el Caribe, en el sudeste asiático, en casi todas partes; aquí no es un espacio amable de playas en que bañarse, paseos marítimos por los que caminar y rompeolas donde sentarse a contemplarlo como hacía mi padre conmigo de pequeño.