
La tarea de escapar
¡Qué experiencia tan extraordinaria, tan abrumadora, la de ser coetáneos de un genio! Porque los grandes genios de la literatura, de la música, de la ciencia, siempre parecen haber nacido en épocas lejanas y estar ya todos muertos. Mi deslumbramiento con Solenoide es tan grande que les recomiendo el libro a todos mis amigos con el mayor entusiasmo. Y ellos se lo compran, muy obedientes, y luego… Aloisio me dice que no le ha gustado mucho, que el autor divaga, que es pesado. Huberto afirma que es un libro oscuro y deprimente, a pesar de sus indudables cualidades literarias. Higinio, en fin, se declara entusiasmado por el estilo, por la imaginación. Jano se manifiesta de acuerdo conmigo: C?rt?rescu es un genio. Y entonces yo les pregunto si han leído el breve episodio del faraón. Se muestran perplejos. Aloisio y Huberto confiesan que no han pasado de la página doscientas (es decir, que probablemente no han llegado ni a la ciento cincuenta). Y en cuanto a Higinio y Jano, descubro pronto que sus laudatios son difusas y poco convincentes.