
¡Sufriente Safo!
«Las mujeres tomarán el control del país, política y económicamente. La era de la Nueva Mujer ha llegado»: el sufragio femenino en Estados Unidos aún no había cumplido las dos décadas y William Moulton Marston (1893-1947) se pronunciaba así en una conferencia de prensa en 1937. Bajo el seudónimo de Charles Moulton crearía, cuatro años después de ese alegato, a Wonder Woman –Mujer Maravilla, para hispanohablantes– con el indisimulado propósito de ser «propaganda psicológica para el nuevo tipo de mujer que debería, en mi opinión, dominar el mundo».
Los setenta y cinco años que han transcurrido desde el alumbramiento del personaje dejan un balance irregular. No sólo en lo que respecta a la utópica voluntad política de su creador, sino también en lo tocante al icono pop en que se convirtió Wonder Woman y que ahora revive gracias a su última aventura cinematográfica.