Mario Vargas Llosa, un liberal en la República de las Letras
La política le ha costado muchos disgustos a Mario Vargas Llosa. Ser liberal en nuestro tiempo no significa lo mismo que en el siglo pasado. El liberalismo se reinventó con Margaret Thatcher y Ronald Reagan. La revolución conservadora adelgazó las prestaciones sociales y aseguró que el libre mercado era la única alternativa para crear riqueza. Vargas Llosa apoyaba ese punto de vista cuando se presentó a las elecciones presidenciales de Perú. No consiguió persuadir a sus electores, pero eso no afectó a sus convicciones. Después de un breve idilio con la revolución cubana, repudió a Fidel Castro y buscó la inspiración en Karl Popper. De joven, Vargas Llosa deseaba ser André Malraux: un escritor comprometido, que acude a los escenarios más conflictivos para fundirse con la historia, sin reparar en el peligro o las penurias materiales.