El príncipe de Argovia
La historia tiene facilidad para dejar de lado a los personajes que no encajan con el relato preponderante. Esa es la razón de que grandes sabios, artistas, escritores y científicos creadores de obras asombrosas e innovadoras hayan caído en el olvido. Algunas veces la historia parece despertar de su letargo, acude y repara el error cometido. El sujeto en cuestión ha muerto ya, y los rosales plantados en su tumba son ahora altos como árboles, pero al menos se alcanza una suerte de justicia poética.