Filosofía y tuberculosis
Sabido es que basta leer un texto dos veces para leerlo de otra manera. ¡Aunque sea exactamente el mismo texto! O precisamente por eso. Y es que esa sencilla operación inicial ha cambiado ya el contexto de conocimiento en el que se produce la segunda lectura, equipándonos así para el hallazgo de nuevos significados: los que puso ahí el autor o los que ponemos nosotros.