1 febrero, 1998
Crear PDF de este artículo. ¿Cómo puede contemplarse un cuadro? Sin duda, de muchas maneras, aunque no todas ofrezcan el mismo rendimiento. En el primero de los diecinueve ensayos que componen este volumen –y que se hallan fechados entre 1978 y 1995–, George Steiner (París, 1929) desarrolla, sin apenas hablar de pintura, un brillantísimo análisis de una obra pictórica. Pocas veces un cuadro de otros tiempos habrá servido, como en este caso, para ir desgajando de su contemplación detenida un diagnóstico certero de nuestra evolución cultural. Habría que remontarse a ciertos pensadores y ensayistas del primer tercio de este siglo –Ortega, Benjamin, Adorno…– si se quisiera encontrar un alarde parecido. El cuadro es Le philosophe lisant, de Chardin, fechado en
Crear PDF de este artículo. Se conoce el tópico: los españoles no han sentido nunca la necesidad de escribir diarios o memorias. Pueblo atropellado y olvidadizo, actúa a tontas y a locas, sin aprovechar la experiencia. Por eso cada generación y cada individuo parte de cero, y en vez de sentirse identificado con un legado y deudor de una forma de continuidad, se enfrenta a un proyecto vital que habrá de inventar de raíz. El tópico, enarbolado por la crítica progresista, ha servido para demostrar que ellos, los progresistas, son los únicos que piensan y recuerdan en este pueblo de improvisadores y desmemoriados. Pero todo lo desmiente. Aquí se inventó el género de la vida, con obras maestras como las
Crear PDF de este artículo. Hay novelas en que los aspectos estructurales tienen gran relevancia. En ellas se parte de un proyecto minucioso, que tiene en consideración la importancia formal de cada aspecto de la novela, el juego de las diferentes voces y puntos de vista y la necesidad del equilibrio y armonización del conjunto. Como señaló en su día Michel Butor, Ulysses, de James Joyce, está hecha al modo de una composición musical. Sin embargo, hay también novelas cuya realización no parece haber partido de un plan previo ni de una idea de conjunto. Es copiosa la biblioteca que ha originado el estudio de El Quijote desde la perspectiva de los aleatorios aportes narrativos, las interpolaciones gratuitas de la
Crear PDF de este artículo. En 1947, George Kennan, influyente diplomático norteamericano y buen conocedor de la política soviética, recomendó a su gobierno oponerse con firmeza a las pretensiones de Stalin por considerar imposible una gestión consensuada del nuevo orden surgido tras la Segunda Guerra Mundial. Evidentemente no todos los analistas eran partidarios de la línea dura. Ese mismo año, el periodista Walter Lippmann criticó la doctrina de la contención en un libro titulado irónicamente The Cold War («La guerra fría»). Desde entonces esta expresión se ha utilizado para englobar el conjunto de provocaciones, amenazas y contiendas libradas «por poderes» entre Estados Unidos y la Unión Soviética a lo largo y ancho del planeta. También se ha aplicado a los
Crear PDF de este artículo. De entre todas las respuestas a la larguísima crisis de la racionalidad moderna, lo que se suele llamar hermenéutica parece haberse asentado como la más sólida y extendida en este final de siglo. Ciertamente, hay quien, creyendo aún en esa racionalidad, se exaspera ante ella por considerarla una nueva forma de irracionalismo antilustrado, o por sospechar que el término «hermenéutica» se ha convertido en salvoconducto del pensamiento más rancio y reaccionario; pero el modo de abordar los problemas que plantea ha llegado a ser una especie de terreno común para todos los pensamientos de hoy. Ello se debe en gran medida al alemán H.-G. Gadamer (1900), quien en su larga vida ha podido alcanzar el
Crear PDF de este artículo. La producción de las teóricas del feminismo en diversos campos es impresionante y de entre toda ella destaca, sin duda alguna, la realizada en el terreno de la teoría y filosofía política. Pues bien, este libro reúne una serie de trabajos sobre estas cuestiones de autoras de lengua inglesa y feministas. La compiladora, Carme Castells, en una excelente y clara introducción, explica el carácter «genérico marcadamente programático y prescriptivo» de lo que entiende por feminismo, a saber, «lo relativo a todas aquellas personas y grupos, reflexiones y actuaciones orientadas a acabar con la subordinación, desigualdad y opresión de las mujeres, y lograr, por tanto, su emancipación y la construcción de una sociedad en que no
Crear PDF de este artículo. Hablar hoy de «feminismo» significa, en realidad, hablar de «feminismos». La diversidad de teorías demuestra que el punto de vista sobre el género –una diferencia de tipo derivado– admite una interpretación plural. Si en 1987 C. Mackinnon se refirió a la «segunda ola» de la crítica feminista –desde la crítica al sistema patriarcal hacia la igualdad de derechos–, en 1996 N. Fraser constataba ya el declive de algunas posturas esencialistas. En 1997 J. Drake certifica la llegada de una «tercera ola»: de los argumentos contra los mecanismos de poder hacia una «política de la presencia», según la fórmula de A. Phillips. Los análisis de C. Gilligan dieron la entrada para «otras voces» en distintos campos
Crear PDF de este artículo. Muchas y muchos pensarán que este libro de Amelia Valcárcel era necesario para la teoría y praxis feminista. Yo quiero ir más allá y afirmar que la reflexión que se lleva a cabo en estas páginas es necesaria para nuestra ética y política contemporáneas. De hecho, no es algo meramente anecdótico que autores como Kymlicka subrayen en sus publicaciones cómo la capacidad creciente del feminismo para alterar las antiguas estructuras patriarcales de las sociedades occidentales han encontrado un eco importante en la filosofía ético-política de nuestros días. Por otra parte, y como la misma autora indica en su introducción, Lapolítica de las mujeres nace de la necesidad de completar su anterior libro Sexo y filosofía:
Crear PDF de este artículo. Gran polémica en Francia con motivo de la publicación del impresionante (¿pero es ese el adjetivo adecuado?) Livre noir du communisme. Dos de sus colaboradores, Nicolas Werth y Jean-Louis Margolin, responsables de las secciones correspondientes al comunismo soviético y al asiático, no se han mostrado de acuerdo con la totalidad de opiniones que se vierten ni en el prefacio («Les crimes du communisme»), ni en las conclusiones («Pourquoi?») que Stéphane Courtois, otro de los autores, ha incluido en el enorme volumen, y en los que se establecen paralelismos con la práctica político-criminal del nazismo. Tampoco les ha gustado la faja publicitaria con que se distribuyó el libro y en la que se establecía una igualdad
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